El fiscal Alejandro Pellegrinelli, la defensa del detenido Amílcar Morán y representantes de la Asesoría Letrada de Policía recorrieron la vivienda de Pesquero Quo Vadis al 3700 donde Diego Rozales recibió el disparo mortal.
La investigación en torno a la muerte del policía Diego Rozales (30) está en su etapa iniciática y ayer a la tarde se realizó una inspección ocular en la vivienda donde el detenido Amílcar Morán (69) disparó y mató al efectivo de la comisaría quinta: en el interior de la habitación del acusado los peritos corroboraron que había un balazo en el piso.
Del peritaje participaron el fiscal Alejandro Pellegrinelli, el defensor particular de Morán, el abogado Martín Bernat, y la familia de Rozales que se presentó como particular damnificado, representada por la Asesoría Letrada de Policía.
En inspección ocular, las partes buscaron llevar al escenario los hechos narrados por Morán en su declaración y los testimonios que los testigos aportaron, sobre todo entender cómo ocurrieron los acontecimientos en el espacio existente en la vivienda.
En ese sentido, del análisis preliminar se desprende que la versión exculpatoria que dio Morán al declarar podría tener asidero. Cabe recordar que el imputado dijo ante Pellegrinelli que disparó su pistola tras despertarse por los ruidos que escuchaba en interior de su propia casa, entre los que incluyó al menos un disparo. Ahora, los peritos deberán analizar el accidente balístico que efectivamente se encontró en la habitación se corresponde con la versión del detenido.
Otro paso procesal que podría ser clave lo constituye la citación a declarar del otro policía que participaba del operativo junto a Rozales, quien deberá presentarse en Tribunales en los próximos días para dar su versión del hecho.
Por otra parte, y según trascendió, la defensa de Morán estaría por presentar en las próximas horas un pedido de morigeración en la detención del hombre de 69 años, amparada puntualmente en su edad y problemas de salud que en el contexto de encierro en pandemia podrían agravarse.
Asimismo, luego de que el ministro Sergio Berni declarara en Mar del Plata que Moran era una persona con “múltiples antecedentes penales”, la información oficial del Poder Judicial desmintió esos comentarios vertidos a la prensa.
El informe del Registro Nacional de Reincidencia apartado a la causa, y al que tuvo acceso LA CAPITAL, da cuenta que Amílcar Morán “no registra antecedentes” penales.
Una fiesta clandestina
que terminó en tragedia
Los hechos ocurrieron el domingo a la madrugada, a raíz de una fiesta clandestina ocurrida a la madrugada en Jorge Newbery y Pesquero Narwal. Dos patrulleros de la comisaría quinta fueron hasta el lugar y al llegar aseguraron ver a un grupo de entre 100 y 150 jóvenes que rodeaban un auto, que parecía ser un remís o taxi y que, por el momento, no pudo ser identificado.
Al ver llegar a la policía, lo jóvenes se dispersaron y los dos patrulleros persiguieron a un grupo reducido, de 15 adolescentes, que escaparon por la calle Narwal y luego doblaron por un sendero oscuro que atravesaba la manzana, por el que no podían pasar los patrulleros.
Los policías, entre ellos Rozales, persiguieron a pie a los adolescentes, quienes al salir del sendero que desemboca en la calle Pesquero Quo Vadis se metieron en una casa.
La secuencia fue advertida por los policías, quienes amparados en que estaban ante un delito en flagrancia, siguieron a los adolescentes hasta el interior del lugar.
Una vez dentro de la casa, los policías se habrían identificado y ejecutado la voz de alto. Al ser ignorados, el policía que acompañaba a Rozales disparó con la escopeta anti disturbios y los perdigones impactaron en la pared y techo. Según fuentes oficiales, también habrían disparado con un arma reglamentaria.
En medio de este caos, el dueño de la vivienda, Amílcar Morán (69) se despertó e instintivamente tomó la pistola Luger 9 milímetros que guarda cargada y efectuó un único disparo, según explicaría luego en su declaración, para defenderse de un supuesto robo.
Esa bala impactó en Rozales: ingresó por su axila sin que la pudiera detener su chaleco antibalas y lo hirió de muerte.